jueves, 12 de junio de 2014

La ridiculez de la expiación



Marlene Winell en Leaving the Fold, guía para exfundamentalistas y apóstatas:

La exigencia más grave para la creencia incuestionable es, por supuesto, la expiación. Primero, el creyente debe suspender las nociones familiares de la justicia, como que se castiga a los culpables y no a los inocentes. Se espera entonces que aceptes la necesidad del sacrificio de sangre por el pecado; que el mal comportamiento debe ser pagado, y no necesariamente en proporción con el delito. Se supone que el sacrificio del hijo inocente que hace un padre no sólo es justo, sino también generoso y maravilloso. Entonces se supone que la muerte temporal de tres días de esta persona acaba con toda la maldad y la ineptitud de una especie. Y, por último, debes creer que todo lo que necesitas hacer para borrar la responsabilidad de tus acciones y entrar en un refugio de recompensa eterna es creer. No es de extrañar que una vez que un converso se cree esta historia, cualquier cosa puede ser aceptada como verdad. El resto de la doctrina fundamentalista puede ser fácil de tragar, incluyendo a Jonás.

(vía A Tippling Philosopher)

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